En ese periodo Texas creció en 473,000 habitantes, de los cuales aproximadamente la mitad (242,000) son habitantes hispanos nuevos. Estos ahora representan el 39.78% de la población del estado. Les siguen los no hispanos blancos con el 39.63%, y los afroamericanos no hispanos con un 12.69%. El área metropolitana de Dallas-Fort Worth-Arlington fue la que registró el mayor crecimiento de la población afroamericana y asiática en el país.
La población total de Estados Unidos aumentó a 334.9 millones. Dos terceras partes de ese crecimiento, unas 1.16 millones de personas, se atribuye a los hispanos de cualquier raza. La Oficina del Censo estimó que la población hispana de Estados Unidos ahora es de 65.2 millones de personas, equivalente al 19.5% de la población nacional.