Conocido como Woodstock Music and Art Fair (Festival de Arte y Música de Woodstock en español), se publicitaba como “tres días de paz y música”, un slogan influenciado por la ideología hippie que se vivía en Estados Unidos en esa época. El festival se llevó adelante en una granja de 240 hectáreas en el condado de Nueva York, donde se congregaron entre 400.000 y 500.000 jóvenes que acamparon allí por más de tres días.
Hoy en día, su recuerdo sigue vivo a partir de las grabaciones que se hicieron de las performances. Como el caso de Richie Havens, quien no solo fue el primero en presentarse en el festival, sino que además debió permanecer en el escenario por tres horas porque ninguno de los artistas que le seguían habían llegado. por el tráfico.
En varias ocasiones el público lo llamó para un bis, pero ya se estaba quedando sin canciones para tocar. Es así que improvisó al ritmo de “Sometimes I Feel Like a Motherless Child”, un tema espiritual muy común en la época de la esclavitud en Estados Unidos. Allí en vivo nació “Freedom”, el que se convirtió en uno de los momentos más importantes de la carrera de Richie que luego lo lanzó a la fama.
Carlos Santana fue el representante de la música latina en Woodstock. Junto a su banda Latin Rock Fusion, se subió al escenario frente a un público que en su mayoría no lo conocía, puesto que todavía no había publicado su álbum debut para ese entonces. De todos modos, fue una de las grandes sorpresas en el segundo día del evento y quedó en la memoria colectiva de los asistentes.
El mexicano se destacó principalmente por la canción “Soul Sacrifice”, que tiene una duración de 11 minutos. A pesar de la longitud del tema, fue una de las actuaciones más recordadas por su talento y de la banda que lo acompañaba. Así dio inicio a una carrera muy exitosa, hasta el punto que fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll.