Francis S. Collins, quien ha sido director de los Institutos Nacionales de Salud de los piensa lo siguiente acerca del Proyecto Microbioma Humano logró "mapear" a todos los microorganismos que viven en distintas partes del cuerpo.
— “Como los exploradores del siglo XV que describían el contorno de un nuevo continente, los investigadores del Proyecto Microbioma Humano (PMH) emplearon una nueva estrategia tecnológica para definir, por primera vez, en 2012, la composición microbiana normal del cuerpo humano”
El PMH creó una base de datos de referencia al utilizar técnicas de secuenciación genómica para detectar microbios en voluntarios que estaban sanos. Así, los investigadores descubrieron y confirmaron que casi todas las personas son portadoras habituales de patógenos, microorganismos que causan afecciones. Sin embargo, en quienes están sanos, esos microbios no causan enfermedades: coexisten con su huésped y el resto de los microorganismos que viven en el cuerpo humano.
El desafío por delante para la ciencia es averiguar por qué y en qué condiciones algunos patógenos se vuelven mortíferos, algo que está provocando una profunda revisión sobre cómo los microorganismos influyen en la salud.
Al conjunto se lo llama microbioma. Y, según su ubicación, se le va agregando algún dato en su denominación. Por ejemplo, microbioma intestinal, que justamente es uno de los más estudiados.
Cuando los investigadores se refieren a ese microbioma enumeran muchos tipos de bacterias que viven dentro del tracto gastrointestinal. Estas bacterias realizan varias funciones importantes. Entre ellas:
1) Mantienen la barrera intestinal y descomponen fibras y almidones. Es decir, ayudan a digerir mejor los alimentos que contengan estos nutrientes.
2) Sintetizan vitaminas y aminoácidos, como las vitaminas B y K.
3) Producen ácidos grasos de cadena corta, que juegan un papel esencial en la prevención de enfermedades. Para explicarlo con un ejemplo concreto, cuando comemos una manzana, el estómago y el intestino delgado descomponen una parte de ella.
— “El resto de la manzana va al colon, donde las bacterias hacen lo que queda del trabajo por nosotros. A medida que las bacterias descomponen la fibra de la manzana, producen sustancias que son buenas para las células del colon y del cuerpo” — explica a Viva Purna C. Kashyap, gastroenterólogo de Mayo Clinic, en los Estados Unidos, especializado en microbioma intestinal.
En Mayo Clinic tienen un programa de Microbiómica donde se estudia la relación de la gran colonia de microorganismos que pueblan el cuerpo humano con la salud y la enfermedad. Kashyap comenta un caso que es ampliamente conocido: los antibióticos (recetados para combatir diferentes enfermedades) pueden provocar un desequilibrio de las comunidades bacterianas.
— “Ese desequilibrio puede desencadenar un crecimiento excesivo de Clostridium difficile y una inflamación grave en el intestino. Ese microorganismo vive en el intestino de todas las personas, pero solo se convierte en un problema cuando no hay bacterias beneficiosas que lo mantengan bajo control. Cuando prolifera, puede provocar diarrea, fiebre e inflamación intestinal” — señala el experto.
Pero hay otras conclusiones en sus trabajos de investigación que abren nuevas puertas, por ejemplo, al estudio del envejecimiento.
— “El microbioma de una persona es único, como una huella digital” — dice Kashyap.
Y Agrega:
—“A medida que uno envejece, el microbioma cambia. Sin embargo, no está claro por qué sucede esto. Es posible que otros cambios relacionados con la edad, como el aumento de la inflamación, provoquen un cambio en la composición microbiana. Otra posibilidad es que a medida que algunas personas envejecen, su estilo de vida cambia. Podrían moverse menos y consumir más alimentos procesados, lo que podría influir en el equilibrio de las bacterias intestinales. Este es un campo que está en pleno desarrollo”.
Los datos obtenidos por el PMH, con ese mapeo total de microorganismos que viven en el cuerpo humano, tienen alcances insospechados. Ayudan a entender cómo ocurren algunos procesos naturales sorprendentes.
— “La gente a menudo habla del microbioma en términos de blanco y negro, como si hubiera uno bueno y uno malo cuando se trata del envejecimiento saludable. Sin embargo, el microbioma de cada persona es único. En otras palabras, no existe un microbioma mejor para un envejecimiento saludable” — asegura el gastroenterólogo Kashyap.